Mi • historia

[ ANANDA FRIESE ]

 

Photo: Yasmin Kahatt

 

Contar tu propia historia siempre será un desafío, ya que te confronta con todas las partecitas que te constituyen de manera muy frontal.

Reunir las diferentes partes del rompecabezas puede ser complicado, ya que tendemos a apegarnos a algunas partes de nuestra vida o caer en identificarnos muy fuertemente con otras, que quizás ya no son tan actuales.

Encuentro útil recordarme a mí misma que yo no soy todas estas experiencias, sino que éstas ayudaron a formar quien soy hoy y en quién elijo seguir convirtiéndome todos y cada uno de los días.

Habiendo nacido en Alemania, pero criada en el Perú, siempre he tenido dos culturas muy diferentes y casi contradictorias dentro mio. Tuve la oportunidad de aprender sobre ambas y sacar lo mejor de cada una, pero esto también provoca la sensación de nunca pertenecer a un lugar ni el otro.

 
 


En casa, con mi mamá, crecí en un entorno espiritual y consciente, entendiendo desde temprana edad que “No somos seres humanos teniendo una experiencia espiritual, sino seres espirituales teniendo una experiencia humana.” (Pierre Teilhard de Chardin); que una enfermedad siempre tiene una raíz más profunda de lo que estamos acostumbrados a ver; que la inteligencia emocional y espiritual es tan importante como el intelecto, sino más; y que el amor es nuestra verdadera esencia.Crecí aprendiendo sobre la existencia de los seres de luz que nos rodean, las influencias que la luna, los planetas y las estrellas tienen sobre nosotros y que hemos venido a esta tierra por una razón. Tener esta consciencia desde muy temprano y ser vegetariana desde que nací, también alimentaba ese sentimiento de no pertenecer por completo a la escuela con todos mis amigos.

Cuando terminé la escuela y tenía que decidir qué iba a suceder a continuación, de repente sentí la necesidad de elegir algo que me diera por fin la sensación de pertenecer por completo: así que elegí una carrera bastante normal, en una universidad de renombre y me fui sola a Alemania para terminar mis estudios en Hospitality Management. Teniendo raíces alemanas y mi padre viviendo allí, sentí el llamado de regresar y experimentar esa parte dentro de mí. Además de eso, estaba convencida de que ser completamente independiente, estudiar una carrera profesional y trabajar en una organización global siguiendo la famosa carrera profesional, finalmente me daría esa sensación de “pertenecer”.


Qué equivocada estaba...


Comencé a darme cuenta que había desatendido mis prácticas espirituales, el auto-cuidado ya no entraba en mi agenda, mis prioridades estaban boca abajo e incluso el amor propio era un recuerdo distante.

Desearía poder decir cómo un día me desperté y me dije: “Ok,Ananda, algo no está bien aquí, necesitas volver a conectarte con tu verdadera esencia ahora, necesitas un cambio”. Pero fue mi cuerpo físico el que tuvo que sacudirme. Mi cuerpo había estado produciendo tejidos tumorales en mi piel por varios años ya, estaba sucediendo con demasiada frecuencia y yo era demasiado joven para ese tipo de comportamiento. Así es como finalmente desperté, volví a poner en orden mis prioridades, dejé mi trabajo y me fui a la India por un tiempo. El siguiente paso fue regresar a Lima por un tiempo, comenzar un tratamiento y recuperar mi energía.

Este era el precio que había pagado por querer encajar. Este era el precio a pagar por no aceptar por completo mi verdadera esencia y no darme el permiso de ser mi versión más auténtica.

Volver a casa significaba volver a lo más básico: volver a vivir con mi madre, dejar de ganar un salario, no ser productiva, comenzar nuevas rutinas, dedicarme al cuidado propio y escuchar mi cuerpo y mi alma. Poner todo lo que no era una prioridad en pausa y no tener un plan a largo, o mediano, plazo. Bajar la velocidad y respetar mis ritmos naturales, ser más selectiva con mi inversión de energía, dejar ir la glorificación de estar siempre ocupada y estar sola, conmigo.

Necesitaba Sanar

Durante este tiempo, durante estas experiencias, durante mis inseguridades y miedos, hubo un pensamiento claro que siempre volvía: si yo, que he tenido todo este conocimiento y consciencia desde tan chica, he tenido que pasar por esta experiencia para darme cuenta lo que realmente significa una vida plena, comprender que pertenecer es mucho más que simplemente encajar; ¿Qué hay de las personas que no tienen esta consciencia y acceso a todas estas herramientas?

Así nació The Soulab, como una idea de crear un espacio para nuestras almas, crear estilos de vida conscientes, cultivar el autoconocimiento y modernizar la espiritualidad.

Hoy, sé que todas y cada una de las experiencias tuvieron que suceder exactamente como lo hicieron, para que yo pudiera aprender todas estas lecciones. Tenía que manifestarse en el plano físico de la manera en que sucedió, para que yo termine de despertar en el plano espiritual.

Y hoy también sé que deseo estar al servicio - a través de mi propia experiencia y proceso de sanación, quiero expandir esta consciencia que evitará la necesidad de que las enfermedades se manifiesten físicamente y, si ya lo hicieron, ofrecer posibilidades de procesos de sanación conscientes en todos los niveles de nuestro ser.

Estoy aquí para servir.

Para servirte a crear una vida de propósito, significado y realización, alcanzar los niveles más altos de tu potencial y llegar a la sabiduría más profunda dentro tuyo. No tengo todas las respuestas. Cometo errores. Tengo (muy) malos días. Conozco el miedo y la duda. Soy humana.

Esta plataforma ha sido creada para ti. 

El hecho de que ahora mismo estés aquí, significa que estás lista o listo para emprender el viaje hacia tu interior.